52 .- ¡ BUENOS DÍAS, MARCELA ! ( III )
( Las malditas y puñeteras guerras )
Mientras, el resto del mundo vociferará, unos a favor de unos, otros a favor del otro; unos condenarán la actitud de Hussein por no colaborar con los enviados de la ONU; otros, la de Clinton, por irse de ligero, como le ocurrió con la becaria...; pero al final habrá muchos "Pilatos" y la cuerda se romperá por el extremo más débil, que sin duda será el de la población iraquí.
¡ Qué mundo de locos ! ¿ En manos de quiénes estamos ?
Pero lo que aún más me preocupa es cómo se negocia con esta terrible .carrera de muerte y destrucción.
Siento vergüenza al ver como la televisión nos retransmite la guerra en directo, como si de cualquier serie más o menos festiva o dramática se tratara, y el ver como se interrumpen espacios habituales para conectar con la guerra, como si fuera un partido de tenis, una corrida de toros, los desfiles procesionales o la final del la Copa del Rey de fútbol.
¿Cuánto pagaran las televisiones a la CNN americana por conectar en directo con la guerra? Y las menos potentes tendrán que retransmitirlas en diferido. Claro, que por ello mismo, algunos de los televidentes saldrán defraudados, porque no es lo mismo el vivo que el enlatado. Y lo más lamentable, no queriendo hacer broma con ello, es que nuestro embrutecimiento nos lleve a ver como algo natural este tipo de retransmisiones, que nos acostumbre a ellas, apuntándonos cada cual y según nuestros gustos y posibilidades, a ver la guerra que nos convenga. Pudiendo llegar a crearse con gran cinismo un canal sólo para las guerra, y hasta ver las guerras más importantes por los de pago.
Sí Gila va a tener razón con sus monólogos o parodias bélicas.
Se imaginan una conversación como esta: "¿Viste ayer la guerra de las 10 y media entre Clinton y Saddam Hussein. - No, porque coincidía con la de Kosovo, que a mi me atrae más..."
Todo esto parece un mundo de mercaderes y descerebrados, de exclusivas, de tapaderas, de tiranos, de ignorantes y hambrientos, de listillos, de negocios pesados, de elegidos por la gracia de las armas y del disparate, de "progreso" para qué, de manipulaciones y de...
¿Cómo diría yo? De..., sálvese quién pueda.
¿Sabes qué te digo, Marcela?
Que nunca me han gustado las guerras y menos aún las televisadas.
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