¡ BUENOS DÍAS MARCELA !

66  .-  ¡ BUENOS DÍAS MARCELA !   ( III )

( El servicio militar o la pajolera "mili" )

                    Entonces no había sorteo como ahora y te tocaba donde te tocaba, no se podía elegir, no se libraba casi nadie o tan sólo los de siempre; no existían los objetores de conciencia, ni los insumisos..., y sólo teníamos el consuelo de que antes lo habían tenido mucho más difícil, los que nos precedieron, por supuesto.

                    Y en este transcurrir de la vida, aquellos carros de combate que llamaban nuestra atención en la niñez, te gustaría cambiarlos por vehículos que mejorarán los servicios públicos; que aquellos uniformes que suponían monotonía, igualdad forzada y forzosa, te gustaría cambiarlos por libertades de hechuras, tonos y estampados; que aquella escuela de hombría, te gustaría cambiarla por ágora de humanidades; que aquellos fusiles que afortunadamente sólo usamos para hacer prácticas de tiro y para jugar a ser soldaditos de plomo, desfilando hasta el aburrimiento, e gustaría cambiarlos por herramientas, aunque fueran las más sofisticadas, de trabajo; y en definitiva, aquel gasto tan extraordinario e inútil, te gustaría emplearlo en fabricar amor y paz.

                    Eso sí, quiero respetar a los que voluntariamente quieren desempeñar este rol, aún a aquellos, o quizás más, que por mor de un desempleo buscaran refugio en este reparto, pero me gustaría y por qué no decirlo, que no existiera ni esta pieza dramática ni ningún actor que la representara.

                    Sé que esto es pura utopía.

                    Pero así no habría quejas, ni lamentos, ni preocupaciones de padres porque sus hijos vaya a Ceuta y Melilla, ni interrupciones laborales o de estudios, ni aprendizajes inútiles, ni gastos económicos innecesarios, ni uniformidad, ni privilegios, ni rebeldes a medias o silenciosos, ni...

                    ¿Sabes qué te digo, Marcela?

                    Que de buena os libráis las mujeres..

                    ¡Ah!, y que no se os ocurra, con eso de la igualdad, apuntaros a este tollo, dejad que los hombres sigamos equivocándonos. Aunque seguro estoy que con el paso del tiempo, no haréis caso a mi deseo y por aquello de vuestra lucha por la igualdad, os veo vestiditas de soldados por voluntad propia o por las exigencias del guión.

                                                    El viso del Alcor, 19 de Febrero de 2025