61 .- ¡ BUENOS DÍAS, MARCELA !
( Nunca llueve a gusto de todos )
¡ Buenos días, MARCELA !
Que cierto es aquello de que "Nunca llueve a gusto de todos.
Y por supuesto, que no me refiero al asunto meteorológico, ya que llueve tan poco y tan distanciado, que esto no es lo nos puede disgustar más o menos; sino a lo que realmente encierra el dicho tan conocido.
Cuando yo anduve en las tareas públicas me ocurrieron muchas anécdotas, de las cuales una recuerdo que viene muy al cuento con el tema de mi reflexión de hoy, que es acerca de lo complicado que es este ser racional, a cuya especie pertenecemos y de su amor al desacuerdo.
Cada vez que transitaba por un determinado lugar de nuestro pueblo y me daba de buces con un vecino, me recordaba este, y la cosa es que llevaba razón, le ausencia de pequeños espacios verdes en la inmediaciones de su hogar.
Era el individuo machacón, vamos de esos que consiguen las cosas por su tesón, por su reiteración, por su pesadez. Y claro está, para no se una excepción un día despertó con su zona verde, que contaba con su césped bien cortado, con sus palmeritas, con sus banquitos y juegos para los peques; en definitiva que consiguió su objetivo y creía yo, iluso de mí, que se acabarían sus quejas.
Pasó el tiempo y no tuve ocasión de encontrarme con él de inmediato. Bueno, así para cuando lo viese de nuevo, estarían más crecidos los árboles, habría tenido más tiempo para gozar de su demandado espacio verde y seguro estaba de que no iba a servir yo de muro de sus lamentaciones.
Pero que equivocado estaba.
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