¡ BUENOS DÍAS, MARCELA !

21  .-  ¡ BUENOS DÍAS, MACELA !   ( I )

( Hablar de cosas de mi pueblo )

                    ¡ Buenos días, MARCELA !

                    En el mundo que nos rodea pasan tantas cosas que uno no sabe en que detenerse y no me refiero a aquellas tan lejanas en el espacio  y no en el tiempo, como la condena a muerte de un súbdito alemán en la cámara de gas y su ejecución, allá, por las Américas; o el secuestro de unos paisanos por la otra América, la pobre; o a los aludes enterradores de Austria, o a la matanza continua de inocentes en África..., por señalar algunas, sino a las más cercanas, a las que ocurren aquí, en nuestro pueblo, sin ir más lejos, y que por supuesto, nunca llegan a ser tan trascendentes como las anteriores ni tan luctuosas.

                    Que El Viso es es un pueblo vivo nadie lo pude negar, porque siempre hay algo que contar, y no precisamente porque se nos avecina una campaña electoral tan cercana y directa como es la municipal, que parece que todo lo remueve, para quedar casi siempre igual; sino porque hay de que hablar, de lo divino y de lo humano, del amor y de los desamores - que también habría aquí material para  llenar espacios de osas y de Anas - , de tristezas y alegrías, aunque yo prefiera apuntarme a estas últimas, y hasta de pequeñeces que siempre encierran, y vaya eufemismo, la grandeza de las cosas sencillas, como las de esas primera y diminutas hormigas , que junto a las cigüeñas, nos anuncian con sus apariciones que el tiempo está cambiando para bien. Bueno, lo de para bien o para mal, que cada cual ponga su cristalito, que siempre hubo y habrá, los amantes del estío, los que sueñan con el agua y los que están hartos del frío... ¿Te has dado cuenta, Marcela, que hasta me salió la vena poética con esta última y sencilla rima; aunque yo, ante esto de versificar no me encuentro fino. Vamos, que como decía aquel, debo ser de la "poesía secreta".

                    Porque aquí de los cuartetos, de los aires de chirigotas, comparsas y de las voces de los coros, en un abrir y cerrar de ojos, hemos dado paso a las marchas procesionales, que desde hace ya algunos días, en el silencio de la noche, por algunas de nuestras calles, o mejor escrito o dicho, rompiéndolo, me refiero al silencio, se  mezclan con el arrastrar de los pasos de los costaleros, con el desgaste de las suelas de su calzado; componiéndose ese cuadro de tenue luz, de sombras, de transistor y pesos sobre el marco que en su día, cuando llegue su hora,la de siempre, estallará de luz, color, olor y sentimiento.

                                                    El Viso del Alcor, 5 de Enero de 2025