miércoles, 29 de enero de 2025

¡ BUENOS DÍAS, MARCELA !

 
45  .-  ¡ BUENOS DÍAS, MARCELA !   ( IV )

( Qué miedo, un terremoto )

                    ¡ Buenos días, MARCELA !

                    Sé que no es para tomarlo a broma, pero siempre que hay alguno me acuerdo de aquel chascarrillo que me contaron hace muchos años al hablar de ellos, en el que se hablaba de un pueblo pequeño, con un alcalde pedáneo, apartado del mundanal ruido, que un día recibe un telegrama de la autoridad civil correspondiente don el siguiente texto: "Posible movimiento sísmico. Epicentro en esa localidad. Tomen precauciones."
                    A lo que el alcalde respondió:
                    "Movimiento sísmico sofocado. Tomamos precauciones, Epicentro y dos más detenidos
en la cárcel. Y ahora hay un terremoto que se mea la perra."
                    Bromas aparte, Marcela, yo también era de los que pasaba miedo en cantidad, aunque sabía disimularlo.
                    Sin embargo, el más fuerte que yo he vivido no fue por aquellas tierras melillenses; fue precisamente por aquí. Estaba yo en Tocina y debió por el año 68, más o menos; así que hace casi 30 años, -- ¡cómo pasa el tiempo! - y tengo que confesarte que me apunté al regimiento de los del pánico. En unos segundos se movió brutalmente toda la casa y un ruido ensordecedor y distinto acompañó al movimiento.
Por unos instantes, yo que tengo un sueño muy ligero, creía que el techo del primer piso, donde vivía, y con la segunda planta añadida se venía abajo sobre mí; no hice ni intento de levantarme y tan sólo se me ocurrió pedir perdón a Dios y rezar un Padrenuestro.
                    Cuando afortunadamente pasó, me levanté y acudí al cuarto de al lado, donde dormía otro compañero, pues el piso lo compartíamos, y al verlo y oírlo roncar, lo envidié, no se había enterado de nada. Eso sí, lo desperté y cuando le dije que había habido un terremoto, nada más oír esta palabra, bajó las escaleras como un loco, en pijama, hacía la calle y no me dio tiempo a decirle más.
                    Y es que de este miedo, Marcela, creo que no se libra nadie. Es más, pienso que el que diga lo contrario, miente. 
                    Miedo, eso sí, sobre todo al que está por venir.


                                                   El Viso del Alcor, 29 de Enero de 2025

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