lunes, 27 de enero de 2025

¡ BUENOS DÍAS, MARCELA !


43  .-  ¡ BUENOS DÍAS, MARCELA !

( ¡ Qué miedo, un terremoto ! )

                    ¡ Buenos días, MARCELA !

                    Curiosamente. este es un fenómeno que te crea el miedo cuando ya ha pasado. No sé si me explico. Ya que cuando su intensidad es grande y produce catástrofes como la de América, vivida hace poco, no te da tiempo a nada; en cambio, que cuando no ocurren desgracias personales ni daños materiales y tienes conciencia de su existencia, ya ha pasado. Entonces aflora el miedo y de qué manera. ¿Miedo por lo que pasó? ¿Por el terremoto en sí? Creo que no, sinceramente, sino por el que puede venir. Y la prueba es que durante el día lo sobrellevas, pero cuando llega la noche, no quiero ni contarte. Eso de dormir es imposible, lo de intentarlo, menos.
                    Y si eres un poco observador puede comprobar cómo se transforma el género humano y como aparecen de la manera más espontánea algunas de las debilidades y miserias humanas.
                    Cuando estos se repiten, en primer lugar y cosa hasta lógica, la gente busca la calle, no se le vaya a venir su casa encima, los espacios abiertos, y entre tanto miedo llega el entendido que no ayuda en nada, pues recomienda que estos últimos lugares no son los más adecuados, ya que si evitas que algo te caiga encima corres el riesgo de que la tierra se abra y te engulla, como en las películas, que es mucho mejor el buscar refugio junto a los árboles, porque sus raíces actúan como aglutinadoras de la tierra.
                    Eso sí, tan sólo ha un sitio techado que se ve frecuentado por el personal que lo sufre. ¿Sabes cuál es, Marcela? El de los templos: las iglesias, las sinagogas, las mezquitas se llenan de fieles; fieles, en su mayoría, que hace bastante tiempo que no los visitaban y ahora acuden a ellos para poner a bien recaudo su espíritu. Entre los cristianos, por ejemplo, largas colas se forman ante los confesionarios, para buscar el perdón de pronto, el perdón fácil, por el miedo a la muerte, por aquello de que si viene otro u otros con más malas ideas, que nos pille confesado, digo yo.


                                                   El Viso del Alcor, 27 de Enero de 2025

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