31 .- ¡ BUENOS DÍAS, MARCELA ! ( IV )
( Los del Patronato Albaicín, en sus comienzos )
Y que nadie le haga nada a sus plantas, a sus flores, que nadie se atreva a hacer daño a su vivero, ni maltrate a sus perros, que son cosas muy suyas; porque saben cuidarlas con mimo, con entrega, con cariño, sin otro interés que no sea el de que crezcan sanos y lindas.
Porque son como son, sencillamente estupendos. También hay otras personas importantes en su mundo, que no necesitan ser nombradas, que saben mejor que nadie de su silencio desinteresado, porque aprendieron enseñando y gozan con el saber dar a cambio de nada, que se ocupan de sus cosas, de la que pronto será su otra casa, y entre ellos los que nunca aparecen en letras de imprenta, pero sí en la noble lista de los generosos, y que harán realidad su gran sueño.
Así que, Marcela, cuando suenen timbales y cornetas, en la gran fiesta del trece, que yo soy supersticioso, porque dicen los entendidos que eso trae mala suerte, de reojo miraré a mis buenos amigos, que estarán llenos de gozo, porque sin darse cuenta ellos son los auténticos protagonistas de esta bendita historia.
¡Qué Dios reparta suerte!
¡Ah! Y que en la plaza a la hora de la verdad no quepa ni un alfiler, que aunque estas cosas ocurran de año en año, estoy seguro que a nadie les hacen daño; sino todo lo contrario.
Así que ¿Adónde vas el sábado? - Pues adónde voy a ir... , a los toros?
El Viso del Alcor, 15 de Enero de 2025
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