lunes, 30 de diciembre de 2024

¡ BUENOS DÍAS, MARCELA !


15  .-  ¡ BUENOS DÍAS, MACELA !

( Y llegó el EURO )rr

                    Para ello, Marcela, no habrá que mirar el saldo de nuestras cartillas, que después de tanto trabajar para poder ahorrar unas cien mil pesetillas, privándote de muchas cosas más y ahora te mandan el extracto de la cuenta y se te han convertido en unos miserables seiscientos EUROS.
                    De ponto desaparecerán una gran cantidad de millonarios, que lo eran con las pesetas y dejarán de serlo con los dichosos euros. Claro que, como siempre ocurre, a esos que tienen tanto les sigue dando igual.
                    Se imaginan el susto que se van a llevar nuestros mayores cuando vean la cifra de su ridícula nómina de pensionistas, que ya lo es desgraciadamente en pesetas, al convertirla en euros. ¿Se lo imaginan? Seguro que les va a parecer que vuelven a su infancia.
                    ¿Te imaginas esta conversación?
                    - ¿Cuánto cobrabas tú, Desiderio?
                    - Yo, unas cincuenta y poco mil pesetas.
                    Y ahora verán en el papel tan sólo la cifra de trescientos veinticinco euros, ni siquiera la cifra mil aparece. ¿Vaya disgusto!, ¡Menudo susto, madre mía!
                    Será para ellos como vuelta a su niñez y les vendrá a su memoria las monedas antiguas: la perra chica de cinco céntimos, y con el añadido de la de un céntimo y de dos céntimos; la gorda, también conocida como "barbúa" y además oscura como su misma infancia, de diez céntimos; el real, mucho más grande que los cinco duros de ahora, con su agujerito en el centro; el billete de una peseta, con el que se podían hacer diabluras..., el que lo tenía, por supuesto, o los de dos pesetas y  de cinco, que era el durito, que ya era la monda, como para comerse el mundo con él.
                    Claro que, entre tan anunciado cambio los habrá que no se preocupen en absoluto y no me refiero a aquellos que tristemente nada tienen para que dicho cambio les afecte; sino a esos otros que de todo sacan un chascarrillo. Como aquel que decía todo extrañado, que debía de ser de Lepe, que no sabía el porqué de darle tanta importancia a la llegada de la nueva moneda,que en su pueblo ya hacía alguno años existían tiendas donde se podía comprar todo a veinte "uros", comiéndose la letra "d".
                    Bromas aparte, Marcela, estoy convencido de qu pronto nos acostumbraremos a él, por la cuenta que nos trae, y si no, más convencido estoy de que nos acostumbrarán, aunque sea por la fuerza y no me refiero al uso de la violencia, sino por la fuerza de la necesidad, para que no nos engañen.


                                                El Viso del Alcor, 30 de Diciembre de 2024 

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