domingo, 22 de diciembre de 2024

¡ BUENOS DÍAS, MARCELA !

8  .-  ¡BUENOS DÍAS, MARCELA!   ( I )

(Hoy va de REYES MAGOS) 

                    En primer lugar, Apreciada Marcela, tienes que disculparme por mi ausencia del viernes pasado. es que fui algo travieso y me castigaron sin recreo.
                    Es que, bromas aparte, me fue imposible acudir a tu cita y lo peor es que tampoco tuve tiempo de avisarte.
                    Hoy, sin embargo, debí portarme bien, como Dios manda, y aquí me tienes para hablarte de ..., ¿cómo te diría yo?..., de magia, de ilusión, de algo que aunque pareciera lejano, en un abrir y cerrar de ojos se nos hará presente pronto, porque bien sabes tú que el tiempo vuela.
                    Voy a hablarte, Marcela, de los Reyes Magos.
                    No, no me pongas esa cara de extrañeza, ya sé que aún El Corte Inglés no adornó su fachada con motivos navideños, ni los anuncios de la televisión nos machacan y martirizan, a los que estamos algo pasados en el asunto de los quilitos, con esos bombones, mazapanes y turrones, que de tan sólo pensar en ellos, a los que somos algo golosos se nos hace la boca agua...; pero es que no quiero silenciar una iniciativa del Ateneo Popular de nuestro pueblo con relación a tales personajes; aunque para ello peque de "adelantado" y bueno, vamos a dejarlo sólo en este apelativo.
                    ¡Cómo disfruté el año pasado, Marcela!
                    Porque todos los días no tiene uno la suerte de encarnar al Rey Gaspar y poder participar, por ello, de la felicidad de casi todo un pueblo, de unos niños que no quieren dejar de serlo para no perder sus ilusiones; de unos mayores, que por unos instantes quieren reencontrarse con el niño que ya dejaron aparcados en su trastero, donde se guardan los años que ya se les fueron y que se atreven, hasta con un cierto descaro, de hacerle la competencia a la gente menuda; de unos ancianos que olvidándose de artrosis y achaques ya cotidianos, se agachan y se vuelven a agachar, como en la canciones y juegos de antaño de las niñas, para recoger los caramelos y golosinas para dárselas a su nietos, con una agilidad que raya en lo milagroso.
                    De verdad que la experiencia que no se puede contar con palabras, que es mucho mejor, si se puede, vivirla. 


                                                 El Viso del Alcor, 22 de Diciembre de 2024

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