domingo, 1 de septiembre de 2024

VIVENCIAS DE UN AÑO MÍTICO, 1992


SÁBADO, DIA 17 DE OCTUBRE 

LA BODA DE UN ANTIGUO ALUMNO

                    Viieron hace unos días, como indiqué, a nuestra casa para entregarme la invitación de la boda de su hijo pequeño, Chiquete; un antiguo alumno muy peculiar, que con seis años cuando le preguntaba por sus apellidos me respondía que él se llamaba Chiquete solamente, muy buena gente, pero que desgraciadamente fue el único de los niños que no pude enseñar a leer, con todo el dolor de mi corazón, por más empeño que le puse; lo que no fue obstáculo para que dentro de su enorme sencillez y simpleza, tuviera este detalle de contarme como invitado de su boda y que así ponía de manifiesto su bondad y el recuerdo de un profesor que siempre fue su amigo mayor y  mí me hizo descubrir que en la vida, en ocasiones, es más importante ser buena gente que poseer demasiados conocimientos, que seguro que la vida le enseñaría,  con sus adversidades y alegrías, a sobrevivir y por qué no hasta la posibilidad de estrenar su primer traje de hombre.
                    Siempre guardaré en mi memoria un grato recuerdo de este ser, rellenado, por qué no señalarlo, con una buena colección de anécdotas humanas y la mar de graciosas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario