265 .- EL BENJAMÍN DEL FABRICANTE DE MARIPOSAS
CAPÍTULO DÉCIMO
Allí se respira paz
y un silencio muy apreciado.
BEN ALÍ desea quedarse
para siempre en aquel cuarto
y seguir con el trabajo
que su padre había iniciado,
fabricando mariposas
como la que le ha salvado,
devolviéndole a la vida
que casi hubo abandonado,
y contando con su ayuda
que seguro le irá dando,
para poder encontrar
los secretos tan guardados
por su padre, el viejo Alí,
durante multitud de años.
Pronto su vida cambió
en aquel cuarto, encerrado,
con tesón aprendiendo
el arte de este trabajo
y la magia necesaria
para feliz terminarlo,
sin apartarse jamás
de los pasos señalados
por la última mariposa
que Alí hubiera creado,
que fuera su mejor guía,
aunque se estaba inmolando,
pues cuando aprendió la tarea
Ben Alí, el afortunado,
terminada su misión
vino a morirse en sus manos,
derramando de sus ojos
lágrimas de enamorado,
guardándola en una caja,
como un corazón dorado,
que siempre le acompañara
en su cuello, bien colgada.
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