232 .- FANTASMAS DE GUANTES BLANCOS
CAPÍTULO SEGUNDO
Cantos que suenan a truenos
con dulces voces mezclados,
que despiertan muchos miedos
desde los montes más altos.
Hasta que llegó un invierno
para todos, más que raro,
pues las lluvias no vinieron
y el cruel frío se hizo calmo.
Se secaron los veneros,
nada brotó de los campos,
grises estaban los cielos,
pero agua no regalaron.
eran aires de secano,
que hacían mayor el tormento
para el infeliz humano.
Entre todos decdieron,
encomendarse a los santos
y las velas encendieron
en medio del camposanto.
Guardan silencio los muertos
que regalan fuegos fatuos,
las súplicas se perdieron,
las respuesta no llegaron.
El penar parece eterno
y por primera vez miraron,
con rencor bien verdadero
hacia los cerros más altos.
Con ojos hablar quisieron
los que con voces callaron,
aquellos que un día vieron
fantasmas de guantes blancos.
Los que acordaron con estos
el más que curioso pacto,
que nunca darían por cierto
el tener con ellos trato.
Costa Ballena, 11 de Julio de 2024
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