JUEVES, DÍA 16 DE JULIO
LAS GANAS DE DISCUTIR
Se conoce que el corto periodo vacacional con el que han gozado algunos, donde se habla de todo, pero no tanto de política, los días pasan sin discusión alguna; como no sea por aquello de la confianza extrema y por no diferenciarte de los demás, aparezcan alguna que otra discusión con la mujer. Cuando reanudas la actividad normal, con las pilas cargadas y sin usar todavía, absurdamente parece que quieres recuperar los días perdidos, y echas un ardor en las cuestiones que tú mismo te sorprendes; no ya por el mencionado calor, sino por la escasa importancia de los temas tratados, que no requieren, bajo mi punto de vista, tanta vehemencia. Y además, si a ello se une el que hay algunos que por ser alguien o por buena fe, o porque prestan continuamente oído a los eternos descontentos, o porque ellos también lo están en relación al comportamiento de determinadas personas, o porque sencillamente somos humanos, miel sobre hojuelas; y así se facilita la discusión inútil, que a veces puede desembocar en lo imprevisible.
Se repiten los temas y las opiniones, amén de los protagonistas.
Eso sí, y en eso llevaba razón alguien, que las repeticiones de los hechos se dan porque no sabemos o no queremos cortar a tiempo ciertos comentarios, que en la mayoría de los casos llevan mucha pólvora escondida y además por gente que no está legitimada para disparar, por lo menos en nuestro campo de tiro.
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