155 .- ADIÓS, PALOMA MÍA ( I )
Yo vi morir la paloma,
sobre techo de urinario,
sus estertores de muerte
a mí me impresionaron,
todo su cuerpo temblaba,
dábame dolor mirarlo.
De pronto llega al lugar
su palomo enamorado,
y extraña danza comienza,
dando pequeños saltos,
alrededor de su amada,
picoteando el viejo cáñamo
suavemente le empujaba
para que siga volando.
Más la cruda realidad
muestra signo contrario,
sólo su cola mueve
como tenue latigazo,
presagio de que si vida
tiene su tiempo acabado.
El palomo está cansado
de su baile tan macabro
y termina por marcharse
sin saber que está pasando,
ya que hace pocos minutos,
con ella estaba surcando
los suyos comunes cielos,
con juegos de amor, jugando.
El Viso del Alcor, 21 de Abril de 2024
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