LUNES, DÍA 27 DE ABRIL
ADIÓS A UN COMPAÑERO
No hablaba demasiado, estaba casi siempre escuchando lo que los demás decían e incluso, a veces, parecía ser consciente del mal que le acompañaba desde su juventud; prefiriendo la soledad, Algo anárquico en el trabajo, descuidando las recomendaciones dadas por los médicos últimamente, como si se rebelara contra el diagnóstico de su mal, seguía bebiendo y fumando.
Es el tercer militante al que se le rompió el corazón en estos últimos meses. Primero se nos fue ese cerebro preclaro del andalucismo, como era José María de los Santos; después, ese peón de briega de los de verdad, Rafael y ahora José Manuel, del que nos cuentan que buenos debates tenía con los comunistas y socialistas que le rodeaban en el "Canal 15", nombre que daba al entorno de la cafetería del
"Kosqui", allá por las alturas del pueblo.
Ahora el problema vendrá para la viuda, para Raquel, que tiene la dura tarea de sacar adelant su casa, a sus tres chavales, en espera de que puedan arreglarles los papeles y le quede "algo". Menos mal que a ella no le asusta el trabajo, porque nunca lo dejó, aun en vida de su marido. ¡Cómo peleó con su madre para ayudar a su hermano "enganchado" en la maldita droga!
Muchos amigos y compañeros estuvimos en el cementerio para darle el último adiós y las lágrimas acudieron a los ojos de hombres hechos y derechos, porque nadie puede conformarse con la marcha para siempre de una persona joven como lo era él, pues aún no había pasado la barrera de los 40.
¡Descansa en paz, José Manuel!

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