miércoles, 24 de enero de 2024

VIVENCIAS DE UN AÑO MÍTICO, 1992

 
DOMINGO, DÍA 5 DE ABRIL

LO MEJOR DE LOS TRENSILLAS ES PASAR DESAPERCIBIDO, PERO...

                    Hoy por la mañana tocó el fútbol local y no tengo más remedio que señalar que a lo largo de los muchos partidos de fútbol que presencié en el Campo de San Sebastián, y también que he visto, por tanto, muchos arbitrajes malos, regulares y buenos; pero pésimo como el de hoy, ninguno.
                    Menos mal que mi fortuna fue la de que el U. P. Viso no se jugaba nada y que había pocos aficionados en el campo; pues de lo contrario se podría haber originado un altercado importante. y mira que yo soy de los que veo los encuentros con una cierta calma. El de negro castigo al equipo de casa con dos penaltis inexistentes y se tragó en el área de los visitantes otro par de estos, de una evidencia clarísima; además de presumir con una actitud chulesca con otras barrabasadas, que avalan su ineptitud, su locura o intencionalidad de este personaje, que derramó durante todo el encuentro una injusticia tras de otra. Con lo bonito que son esos encuentros, con cualquiera que sea el resultado, en que transcurren como si no hubiera árbitro...
                    Y por la noche, en la tele, otro que también quiso ser protagonista; aunque en Tenerife, se la aliñaron la velada, por una parte, el Delegado de Campo, por no atender las indicaciones del entrenador, y por otra, un señor con uniforme que parece que no estuvo a la altura que se esperaba de una autoridad. Terminando el señor del silbato liándola, cuando se produjo una lesión de verdad y no dejó entrar al masajista, que además fue expulsado también.

                    ¡Qué mundo de locos es este del balompié!


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