126 .- EL SHOW DEL CIGARRÓN ( III )
Los acordes de la orquesta,
alegres son recogidos,
por el público reunido
en esta bella plazuela,
aunque lo que más desean
es que ya salga al estrado
el cigarrón afamado,
que tanta pasión despierta.
Cuando aparece en escena
se multiplican los gritos,
es de locura el delirio
y se pierde la cabeza.
Lleva chaqué verde pera,
la corbata azul cobalto,
zapatos de tacón alto
y una rosa en la pechera.
Cubre su tremenda testa
con un bombín amarillos,
con cinta roja de brillo
bordada de lentejuelas,
que hacen juego con estrellas,
que forman el decorado,
de concierto inusitado
en noche tan veraniega.
El silencio por fin llega
después de un gran alarido,
sin saberse quién ha sido,
y el cigarrón comienza
su canto con mucha fuerza,
monótono y poco grato,
estridente y sin descanso,
pesado como gran piedra.
Incansable s reitera
en su tric-trac muy sencillo,
convertido en estribillo,
que los asistentes corean
como un eco que marea
y que acaba molestando
al total del vecindario.
El Viso del Alcor, 27 de Enero de 2024
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