SÁBADO, DÍA 21 DE MARZO
EN EL ROCÍO
Segunda degustación de la recién creada primera peña gastronómica visueña, que podría terminar, si no surge ningún contratiempo y por el lugar de su origen, por denominarse con el bonito y sugerente apelativo de "Alrededor de la encina".
Segunda, más que degustación, "hartera" y de las que van, sin lugar a ninguna duda, a favor del aumento del colesterol. Potaje y su correspondiente "pringá"; antes chacina variadísima y exquisita, sin que falte el buen jamón, que para eso estamos en tierras onubenses; y después bocaditos de dulces y el cafelito; y a lo largo y ancho del ágape las bebidas, las que quisieron, o mejor dicho, quisimos.
Yo soy de los que todavía no conocía el Rocío, el pueblo grande sobre el arenal. Qué disparate urbanístico, pero con un gran encanto; que no lo cambien, pues ya lo cambiaron ellos y a su real gusto.
Es lugar de desierto, de silencios, de caballos siempre y de una devoción extraña para muchos de los que no la conocen y muy particular para su gente, que se entrega en la veneración de su Virgen, la de Almonte, pequeñita, pero la más grande que ninguna, para ellos
Lugar que engancha, así que no me disgustaría volver a encontrarme con él.
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