sábado, 30 de diciembre de 2023

OTRO TREINTA DE DICIEMBRE

                    Llovió algo en la madrugada anterior y el frío sigue reinando entre nosotros; la chimenea tiene que ser encendida para combatirlo en el salón, donde habitualmente nos reunimos. 

VIAJE A LOMOS DEL FUEGO   ( II )

        En mi loco caminar,
las alas de un recio viento
golpearon mi montura,
arrojádome a los suelos.

        Un ángel de gris ceniza,
traslúcido como un velo,
tomó mi trémula mano
para llevarme a su cielo.
Me sentí leve criatura,
flotando en un tibio lecho,
produciéndome a la par,
placer y desasosiego.
Busqué entre la fina niebla,
al Dios, dueño de aquel cielo,
para grabar en mis ojos,
con tinte imperecedero,
la prueba de su existencia,
el más grande de los premios.

        En la vieja chimenea,
la caída de unos leños
levantan sobre las llamas
sonoros chisporroteos,
que acaban dándole muerte
a uno de mis muchos sueños,
trazado, en esta ocasión, 
por un generoso fuego.



No hay comentarios:

Publicar un comentario