sábado, 11 de noviembre de 2023

VIVENCIAS DE UN AÑO MÍTICO, 1992

 
LUNES, DÍA 10 DE FEBRERO

                                        EL ATRACTIVO DE LOS "CULEBRONES"

                   Sin quererlo, viene a mi memoria la figura de mi tía Carmen, la mujer que tanto bregó con nosotros en nuestra niñez, infancia y juventud; pegada, con su analfabetismo a cuestas, al aparato de radio para no perderse ni un solo capítulo del serial "Ama Rosa" o el los "Ricos también lloran", que se emitían por entonces; siendo esta su cultura, la que ocupaba los escasos ocios que tenía y que curiosamente llevaba adelante, no sólo uno de estos seriales, sino varios de ellos, con sus múltiples personajes y peripecias de cada uno, porque en estos  se veían reflejados a veces los de su propia vida, que estoy seguro de que podían haber servido como argumento de otro más de ellos.
                    Hoy, con esta evolución tan enorme de las técnicas audiovisuales, la gente ha quedado muy atrapada por medio de otro sentido, el de la vista, nuestra mente, que antaño por lo menos tenía que hacer el esfuerzo de su imaginación, ahora trabaja menos; pero si te pones a pensar detenidamente, el "enganche" es el mismo. Así, es curioso ver, ademas de oírla, a la abuela sufriendo con Rubí, deseando todo el mal al mamarracho de Nelson y más aún, a la malvada madre, Lucrecia Miranda, o a la tontaina de "Gorila", como la llama ella para insultarle, ya que su nombre real es "Dorila", como no cesa de aconsejar a Víctor Manuel, pues en el fondo quiere que se aclare todo y vuelva con su esposa. Es curioso oír sus gritos, su diálogo convertido en monólogo, su intento de meterse en su drama, tomando siempre parte por los buenos, que aquí a estos, como a los malos, se les marcan perfectamente y hasta algo exagerada, sus bondades y maldades; su risita nerviosa de algunos momentos o la aparición de algunas lagrimitas, su total aislamiento de estos instantes del mundo que le rodea. su preocupación por tener toda la faena terminada a la hora de su emisión para no perderse ningún capítulo, o dejar de hacer lo cotidiano para después...
                    La verdad es que la pobre Rubí esta pasando mucho.
                    Sin comentarios. 


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