domingo, 24 de septiembre de 2023

RETAZOS DE UN AÑO, 1989-1990, DÍA A DÍA


DÍA 3 DE ENERO, MIÉRCOLES

                                            EL RESTAURANTE OX´S EN SEVILLA

                    Los grandes negocios parece que se hacen con la tripa y con buenas dosis de alcohol, cosa que ya entendieron muy bien nuestros antepasados y en especial los romanos; por lo menos así nos lo contaron en libros y en películas. Por eso no es de extrañar ver a muchos políticos bancarios, empresarios y constructores, entre otros muchos, en determinados y afamados restaurantes.
                    Nuestra visita a uno de ellos no fue accidental, sino escogida y con un fin premeditado, y lo mismo pudo ser en el OX´S sevillano que en cualquier otro, que en Sevilla no faltan. Teníamos interés en conocer al contratista al que iban a conceder el edificio de nuestro ansiado Centro de Salud, en especial para saber cuándo lo iban a comenzar y concluir este edificio que tanta importancia tenía para nosotros y para muchos visueños.
                    La impresión que nos dio fue sinceramente bien buena, por ser empresa habitual del SAS, de la que recibe adjudicaciones directas, lo que quier decir que no suele dejar obras inconclusas, ya que existe un entendimiento entre ambas parte; amén de que no es el primer centro sanitario que van a hacer, pues acaban de concluir el de Camas.

                    Lo del precio del menú ya es otro cantar y viene demostrando que aquello de la crisis es casi un cuento, o por lo menos, que esta sólo afecta a sectores muy concretos de la sociedad, o que en esta loca carrera de desenfrenos determinadas gentes quieren morir con el estómago lleno; pues siendo un días laborable estaba lleno. Lo que uno come también es otra historia y al pagar corre uno con los gastos de muchas "tonterías", que casi a nadie disgusta, resultando igualmente agradable y que no tiene nada que ver con el valor de lo que se consume. Siendo algo así como aquello del valor de los cuadros que tiene por la firma del autor.
                    ¡Cuántos retablos de las maravillas! 



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