viernes, 16 de junio de 2023

UN AÑO ANTES DE LAS BODAS DE ORO

                                         ¡QUÉ CERCA ESTÁ Y QUÉ LEJOS SE VE “LA META” (DESCANSO POR AGOTAMIENTO FÍSICO Y MENTAL) 

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              Un año es largo plazo para cumplir algo prometido. Sus trescientos sesenta y cinco días de viejo calendario, desgastados por el uso cotidiano, suponen manifiesto hándicap para llegar a la meta. El paseo literario por tantos seguidos días se vuelve, en ocasiones, pesadilla difícil de superar; la búsqueda de lo noticiable choca con las ausencias de atractivas noticias; el monótono decir o contar se oscurece ocultándose en el imposible trabajo de continuación. Y como colofón te impide seguir escribiendo, La meta seguirá estando, inmóvil, donde siempre estuvo y estará, mientras mi pobre cuerpo y mi débil alma descansan, de esta locura inmisericorde de escribir, escribir y escribir, pase lo que pase.  

 

                              PONERSE AL DÍA, ARDUA TAREA 

 

             La obligación, el deber, los compromisos, siempre cansan cuando se alargan en el tiempo, o terminan reciclados, en falso, en rutina, en automatismo, en querencia no querida, y ello, nos guste o no, nos molesta, nos fastidia y, fundamentalmente, nos echa al campo de la indiferencia y de la falta de fe en lo creado y en lo por crear. 

 

             Cuando empezamos con este invento de escritura diaria, de asomo ininterrumpido a nuestro blog Calabuig2, nos pareció una buena idea que nos mantendría en forma durante una larga temporada. Con el paso de los días, la brevedad de los mismos, la caducidad de estos, las fuentes de inspiración se fueron apartando, alejándose cansinas de nosotros, de nuestras horas y días, y llegaron los tiempos del pasotismo, del “a otra cosa, mariposa”, del “abajo las obligaciones”, del “mañana será otro día” y, con ello, empezamos a dejarnos, a fallar en el compromiso, a faltar al deber. 

 

             Y la vuelta a la senda de lo planificado, de lo pensado, de lo comprometido, se ha convertido en ardua tarea y en quehacer costoso. Aunque no dudamos en que terminaremos enganchados, de nuevo, al carro de la escritura diaria, para alcanzar la meta fijada hace ya más de trescientos días. Cumpliendo así con uno de los apartados de la celebración de las Bodas de Oro, y recibiendo el merecido premio a la constancia. 

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