Sábado, 23 de marzo de 2019.
CUMPLEAÑOS MUY ESPECIAL ¡LLEGAMOS A LOS OCHENTA! ( I )
A 62 días de las BODAS DE ORO
El TIEMPO, siempre jugador de ventajas, nos ha permitido ver sus cartas antes de jugarlas. Hace, tan solo un rato, para él; para nosotros, una “eternidad”, nos regaló, a cambio de nada, la difícil partida del ochenta cumpleaños (a pares) Se dejó ganar, vestido con ropaje de extrema generosidad, nos obsequió, al repartir las cartas, con una ESCALERA DE COLOR REAL, máxima jugada de este juego vital. Como bien nacidos, ambos dos “mellis”, nos sentimos obligados, amigo TIEMPO, a darte las GRACIAS, con letras mayúsculas, como merece la ocasión y el obsequio recibido con su correspondiente titulación de OCTOGENARIO.
Amigo TIEMPO, no tengas muy en cuenta nuestros egoístas deseos de alargar unos añitos más la duración de una nueva partida, pero, tampoco te olvides del todo de ello. Somos gente buena y tú lo sabes bien, todavía nos quedan algunas importantes “cositas” por hacer y por vivir. Hasta entonces, baraja y reparte bien las cartas que nunca te faltará el reconocimiento extremo de estos afortunados “paisas” que te quieren y te aprecian en demasía.
Como cronista oficial de la familia y patriarca (título compartido con mi querido hermano) de esta cada vez más amplia estirpe “Calabuigena”, me veo en la obligación y necesidad de relatar, en formato de crónica y romance medieval, los avatares de la magna celebración de los OCHENTA CUMPLEAÑOS, con toda clase de detalles, sin escatimar palabras y procurando no dejarme atrás nada de los que ocurra en la famosa FINCA DE LA PONDEROSA, sita entre los molinos del extraordinario aceite “Bastilippo” y las tierras de los ancestros de nuestra Estrella Real, MARTINA.
Para comenzar, nada mejor que repetir el breve romance “OCTOGENARIO”, nacido al amparo de los desvaríos propios de edad tan avanzada y a la merecida gratitud hacia nuestros lectores amigos de ahora y de siempre.
OCTOGENARIO
mujer de días contados,
pone pegas, pone trabas,
lastra con sus fieles manos,
la longitud de los días
y de un feliz cumpleaños.
La vida, señora afable,
cuando huele a Octogenario,
le upa la bilirrubina,
la tensión, el marcapasos,
y otras muchas zarandajas
del enfermo imaginario,
procurando a toda costa
animar el calendario,
entre aquellos que cumplimos
los felices ochenta años.
Octogenario es gran premio,
para todo ser humano,
para el que, al raso, mora,
o vive en rico palacio,
para el que sueña despierto,
para el que nunca ha soñado,
para el que ama el silencio,
para el que busca trabajo,
para todo bien nacido
que esté vivo y coleando.
Octogenaria es la puerta
del que aspira a centenario,
aunque aquesta broma suene
a capricho serio y caro.
Ya me hallo en el camino,
en la ruta, ya me ando,
con zapatos de esperanza,
sin prisas, con firmes pasos,
que más vale llegar bien
que perderse en los rellanos,
con ropajes de intentonas
y de doloso fracaso,
antes de cruzar la meta
de bendito Octogenario.
Octogenario ya somos,
cumplimos todos los plazos,
venga Dios y nos bendiga
y demos gracias, hermano,
al llegar junto a la meta
de este presente soñado,
de testigo, la familia,
los amigos, de notario,
y en un palco de los cielos,
aquellos que se marcharon,
que hoy celebran, con nosotros,
nuestro ochenta cumpleaños.
¡Qué comience ya el Festejo,
de este veintitrés de marzo
día en el que nos parió, madre,
hace solo, ochenta años,
al Pepe el de la Adelita,
y al Clemente de Rosario,
mujeres que merecen premio,
por habernos aguantado.
¡MIL GRACIAS, FAMILIA Y AMIGOS!
¡FELICIDADES, HERMANO!
y que todos los presentes,
lleguéis a OCTOGENARIO!
No hay comentarios:
Publicar un comentario