Jueves, día 19 de octubre
UNA LECCIÓN DE
NATURALIDAD
Claro que para ello hay que ser de una madera especial, como la que soporta la enorme humanidad e ingenio de ese escritor que dejó de ser aspirante al Nobel.
Porque un premio de esta categoría no recibe todos los días.
Porque
recibirlo sin alterar su cotidiana vida, como es el hecho de seguir asistiendo
a la que habitualmente es su tertulia en televisión.
Porque continúa siendo el
mismo: profundo, crítico y sencillo al mismo tiempo, cargante para no pocos,
vitalista, dogmático por el convencimiento de sus aseveraciones, “cachondo”,
mezcla de viejo verde y humorista, reconocido escritor de fama mundial,
envidiado por algunos de los de su gremio, traducido hasta en latín,
extravagante y de lenguaje fácil, para no pocos un mucho lenguaraz y a veces
productor de escándalos farisaicos por sus reconocidos “tacos”, enamoradizo,
viajante empedernido, gallego y funcionario…Todo lo cual dice mucho a su favor.
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