28 .- LA MUERTE CANINA ( II )
La muerte canina
se acerca a Sevilla,
por su río grande,
en una barquilla,
co aire de reina
y cara de pilla,
por ver lo que pesca,
carca de la orilla,
con cañas de engaños.
¡Cuidado, chiquillas!
La muerte canina
ya a nadie impresiona
ni al faraoncito,
ni a la faraona,
ni al carnicerito,
ni al de la tahona,
ya nadie se asusta
de sus carantoñas
y, hasta los chiquillos,
a broma, la toman.
La muerte canica
de pena se muere,
cambiar su famita
es lo que quiere,
y olvidar por siempre
tristes misereres,
y cantar bajito
muchos lereleres,
y ser sólo un sueño
que a nadie moleste.
El Viso del Alcor, 16 de junio de 2023
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