Sábado, día 29 de julio
“PELUSO”
SE SALVÓ GRACIAS AL ESFUERZO HUMANO
Había oído hablar de este asunto de
una foca monje, especie en extinción, que empezaba a ser víctima de un aro de
una nasa, en donde se había visto apresada y con el riesgo de perder la vida
con su crecimiento natural. Hecho que igualmente había llamado mi atención por
ocurrir en un lugar afectivamente apreciado por mi parte, el de las Islas
Chafarinas, conjunto de islotes que en los días claros y de atmósfera limpia
pueden verse en la lejanía desde mi ciudad natal, Melilla.
Expertos desplazados desde Madrid,
veterinarios y biólogos de ICONA, ante la llamada de socorro de un teniente que
dirige la Compañía de Regulares 52, destacada en estos islotes, de un
desconocido amante de la naturaleza y de sus moradores; aunque sólo sea en esta
ocasión una foca malherida, emprendieron la hermosa aventura de su captura y
posterior liberación del aro que podría llevarla a la muerte.
Tras no pocas peripecias y teniendo
en cuenta la querencia de este animal, como tantos otros, de volver a los
lugares en donde había encontrado su medio de pervivencia, consiguieron
apresarla y en una laboriosa y emotiva operación lograron liberarla del aro
mortífero; así como de curarle las heridas que ya la estaban poniendo también
en peligro de muerte, dejándola inmediatamente en libertad y devolviéndola a la
vida.
En la soledad de estas islas, no
serán pocos los momentos en que ese desconocido oficial español y ese montón de
anónimos soldados perderán su vista en ese
interminable horizonte abierto tratando de ver a “Peluso”, porque seguramente
volverá al lugar donde vivió. Alegrando con su presencia la dureza de su vida
castrense.

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