Domingo, día 23 de julio
LA
ALEGRÍA FRENTE A UNA DERROTA, SUGERIDA POR UN ESCUPITINAJO
A pocos cae simpático y así lo
llevan manifestando los medios de comunicación en los últimos días, como si
todos presintieran que todo iba a terminar así, al ver la imagen desagradable
que nos brindó al mediodía TVE, aunque
sólo podría excusarle la tensión que sufriera en esta última jornada por la
presión de los anteriores medios citados. Sin embargo, a pesar de la tibieza de
la cámara que recogía el mencionado escupitinajo, despertó en la mayoría de los
televidentes un auténtico rechazo, por considerarla nada educativa y propia del
“porc” de turno, así como un deseo de que fuera derrotado por el americano
Lemond, cosa que parecía harto difícil.
La imagen final del hombre derrotado por tan sólo ocho segundos, después de una veintena de días de dura lucha y demostrando a casi todos su fortaleza y deseos de triunfo, que casi lo tenía al alcance de su mano por ser un excelente contrarrelojista y ser una etapa corta, hubiera despertado en condiciones normales sentimientos de pesar e incluso hubiera servido para aumentar una mayor afectividad sobre el derrotado; pero debido a su comportamiento ya señalado, dio paso en nosotros a un sentimiento bien distinto, el de alegría por su caída deportiva de última hora y por las humillación que sufriera a costa del norteamericano; sentimiento que fue exteriorizado hasta por el mismo grupo de corredores españoles cuando lo presenciaron a través del monitor que lo repetía y es que el que siembra tormentas termina recogiendo tempestades.
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