321 .- MILAGRO DE AMOR
Ver quise, en sus claros ojos,
destellos de flor amada,
y mis ojos sólo vieron
una cortina de escarcha,
nebuloso castigo que,
mi flor querida, ocultaba.
Mis ojos, locos de amor,
se perdieron en la nada
y, una ceguera sistémica,
los desterró, en pobre barca,
a una eterna oscuridad,
cárcel cruel de las miradas.
¿Por qué mis despiertos ojos
penan en negras estancias?
Por qué no pude gozar
de aquella, mi flor amada?
¿Por qué las beldades huyen
de las cándidas miradas?
Quise rozar con mi aliento,
la flor de sus labios granas,
y mis labios se secaron
antes de poder besarla,
por culpa de mi pasión,
irracional y alocada.
Mis labios, locos de amor,
sufren sequedad ingrata,
no encuentran líquido amigo,
ni fresca y curativa agua,
que le devuelvan los besos
que de su boca, manaran.
¿Por qué mis ansiosos labios
sufren sequedad amarga?
¿Por qué la flor de su boca
nunca pude yo, besarla?
¿Por qué muchos limpios besos
no alcanzan la boca amada?
Quise llegar a las cimas
de aquellas lomas doradas,
y soñar yo solo pude
con una torpe arribada,
aturdida estratagema,
fracasadas artimañas.
Mis manos, locas de amor,
trémulas, sueñan llegadas,
roces, friegas, manoseos,
caricias imaginadas,
actitudes despreciables
de manos acobardadas.
¿Por qué mis ligeras manos
con torpeza caminaban?
¿Por qué las doradas cimas
yo no conseguí alcanzarlas?
¿Por qué. mujer, no quisiste
que mis manos te abrazaran?
Miradas, labios y manos,
oprimidas musarañas,
buscaban necios olvidos
cerca de la flor amada.
Mas, quiso el eterno Dios
que mis cuitas se acabaran,
y me regaló un milagro,
que sedujo mi rota alma.
Mis ojos vuelven a ver,
están colmos de miradas,
mis labios cuentan los besos
que allá en sus labios granaban,
las caricias de mis manos
todo su cuerpo marcaban.
¡Gracias, Señor, muchas gracias!
El Viso del Alcor, 17 de Marzo de 2023

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