Viernes,
día 26 de mayo
UNA
SEMANA CON DOS LUNES
Son estupendas estas semanas con un
festivo en su mitad, pues su deseado fin viene antes y la segunda parte de esta
suele ser tan corta que antes de que llegue a su final, sólo tiene otro
aparente lunes. Pensando que hasta es mejor de lo que siempre se entendió como
un “puente”.
La gente menuda, por supuesto, que
también se apuntará a este invento, experimentando casi en su totalidad, esta
agradable sensación y deseo de este tipo de “minisemana”. Y no digamos del
trabajador al que se le permita esta alternativa.
Pienso que el éxito si se llevara a
cabo una encuesta sobre este particular estaría garantizado. No dudo, por otra
parte, que habrá mínimos, que en especial por razones laborales, sobre todo por
lo productivo, no serán partidarios de su existencia; pero no pasa de ser una
señalada minoría.
Y como lo del nombre es lo de menos
ya que son inventos nuestros, lo mismo da llamarlas como semana de dos lunes,
que semana partida, pues la sensación es la misma y yo confieso con toda
solemnidad que me apunto a ellas.
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