Sábado, día 17 de junio
APERREO TELEVISIVO
Los
días de descanso, casi sin poder evitarlo, se han convertido en jornadas en que
nuestra atención se ve esclavizada por ese invento de la modernidad que es la
televisión. Como no tienes obligación determinada, te sientas cómodamente, en
ropa ligera y que te las den todas sin esfuerzo mental alguno, porque la imagen
y el sonido penetran con una facilidad en tu yo, que no te das ni cuenta.
Entre
tanta noticia, documental, informativo, retransmisiones de todo tipo y en
especial deportivas, una imagen repetida estos días me impactó. Parecía de esas
escenas de películas, cuidadosamente tomada y desde una distancia adecuada,
larga, donde en la soledad de la amplia avenida se dibujaban dos carros de
combate y frente a ellos un joven con unos paquetes en sus manos, servía
moviéndose pasito a pasito de una lado para otro, como freno a los dos
mastodontes, que de seguir para adelante lo hubieran machacado como a una
cucarachita.
Era
la figura valiente de un joven suicida, que en aras de la libertad, de la forma
más sencilla, a cara descubierta y como viniendo de compras, envuelto en una locura
quijotesca, detenía a los gigantes de hierro. Incluso llegando a subirse sobre
uno de ellos, sorprendiendo a sus manipuladores como a todo el mundo.
¿Quién
sería este joven? ¿Cuál sería su destino y el del responsable del carro?
Sin
duda, una noticia entre tantas, que te conmueve.
No hay comentarios:
Publicar un comentario