martes, 14 de febrero de 2023

RETAZOS DE UN AÑO, 1989, DÍA A DÍA

Lunes, día 5 de junio

                TODA LA TARDE PARA CORTARME EL PELO

          Cuando era un chaval el pelado que me hacían era a base de maquinilla y tijeras, recordando que al llegar el verano casi sólo empleaban la primera de estas, y la navaja solamente la empleaban para las patillas y el cuello.

         El corte de pelo no iba a ser menos y es de las cosas que más ha evolucionado. Cualquiera se iba a lavar la cabeza antes en una peluquería y menos el secarse el pelo como las damas… La maquinilla se ha convertido en pieza de museo y la batalla ha sido ganada por la navaja en la actualidad, las tijeras se han sofisticado y el jabón fue  reemplazado por la espuma y el fijador por la laca; además de que el tiempo se duplicó y no digamos el precio, que en el pueblo ya queda casi por las mil pelas. Claro que, esto último y las modas han conseguido igualmente que la visita a la peluquería también se dilate en el tiempo.

         Llegaría a ella a eso de las siete de la tarde y después de una corta espera me indican que volviera a eso de las nueve menos cuarto. Volví puntual y tras otra leve espera, al “ruedo”. Y me dio tiempo a hojear, de pasar las hojas, el ABC, y ver por encima algún que otro INTERVIU, de charlar con los que ahora esperan como lo había hecho yo anteriormente y con el peluquero, al mismo tiempo que oyes la música y los anuncios de turno de la FM.

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