Viernes, día 2 de junio
LA HISTORIA MODERNA DE NUNCA ACABAR O EL
PESCADO QUE SE COME LA DROGA
Las
madres de los drogadictos o los familiares
quieren siempre aislar a estos del problema y pretenden que descarguemos
nuestras iras sobre los traficantes y cuando así lo hacemos, se les ve la
preocupación de que los tenemos locos,
aunque prefieran callarse.
Los
afectados directamente piensan que nuestras intervenciones contribuyen aún más
a su marginación y que la represión no
les ayuda, sino todo lo contrario, y quizás puedan llevar hasta razón; pero
ello no les da derecho a no poner nada de su parte y pensar que todos somos
culpables, excepto ellos, que sólo se ven como víctimas.
Y la impresión
cada vez más generalizada es que los que
en definitiva pueden ponerle solución a su problema, o por lo menos paliarlo,
no tienen voluntad de hacerlo; incluso aumentándose la creencia también de que no faltan en esta nómina algunos de
los que entendemos que están “arriba” y
metidos de lleno también en estos sucios negocios; no librándose de esta
apreciación ni los policías, ni los magistrados, ni
altos cargos políticos…
La gente empieza
a estar harta y posiblemente algún día salte la bomba. Mientras tanto, el
pescado sigue comiéndose la cola, digo, la droga.

No hay comentarios:
Publicar un comentario