282 .- LAMENTO DE UN COBARDE
Eché un velo de sombras
sobre mis ojos cansados,
para no ver las carencias
que sufren los marginados.
Discipliné a mis dos ojos
a mirar para otro lado,
para que nunca observaran
las cuitas del ser humano.
cubrí con un duro acero
mis ojos desamparados,
para ignorar las tragedias,
y, de ellas, pasar de largo.
Ciegos mis ojos están,
padezco justo calvario.
Porque no vieran el mal,
mis ojos se gangrenaron,
hoy, mi tragedia no ven,
viajeros de un mismo barco.
El Viso del Alcor, 6 de Febrero de 2023

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