278 .- SOÑÉ CON UN DIOS AMIGO
Soñé con un Dios amigo
de lo justo y verdadero,
garante de la justicia
y de la verdad, sin peros.
Y, con rubor, descubrí,
al despertar de mi sueño,
que la injusticia es bandera
en los humanos cerebros,
y la mentira es moneda
en sus turbios mentideros.
Soñé con un Dios amigo
del débil y del infecto,
protector de desprovisto,
sanador de los enfermos.
Y, con pesar, descubrí,
al despertar de mi sueño,
que los mansos son escorias,
en este mundano reino,
y que la enfermedad es fábrica
de inútiles sufrimientos.
Soñé con un Dios amigo,
de la libertad, sin frenos,
defensor del oprimido,
redentor del pobre preso.
Y, con rabia, descubrí,
al despertar de mi sueño,
que la esclavitud del hombre
es cotidiano padre nuestro,
y los sórdidos tiranos,
de la vida, son sus dueños.
Soñé con un Dios amigo,
de la tierra y de los cielos,
de un terrenal paraíso,
de un cielo para los muertos.
Y, con pavor, descubrí,
al despertar de mi sueño,
que el paraíso soñado
es página de acre cuento,
y los cielos se han tornado
en dolorosos infiernos.
El Viso del Alcor, 2 de Febrero de 2023
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