RETAZOS DE UN AÑO, 1989, DÍA A DÍA

Domingo, día 7 de mayo

                            ¡QUÉ GRANDEZA LA DE LAS PEQUEÑAS!

            Está visto que cuando la preparación de la gente no es la adecuada lo mejor es evitar los concursos, por muy infantiles que sean, porque a la ya dificultad de encontrar los jurados hay que unir que el personal sepa aceptar sus veredictos.

            Por ello se decidió suprimir en esta ocasión de las fiestas el tradicional concurso de sevillanas, reemplazándolo por el baile de las alumnas de las cuatro escuelas que existen en El Viso, rindiéndole al mismo tiempo un homenaje a sus profesoras y de manera especial al que las había iniciado en este arte, que no era otro que el joven “Silverio”, y el objetivo fue el mismo, que ellos y ellas bailaran, que sus padres, sus  madres y demás familiares gozaran de lo lindo y todas ganaron, porque todas, las cuatro escuelas, se llevaron el mismo trofeo, una copa donada por el Ayuntamiento por su participación.

            Pero hay algo que es digno de destacar, como es la gracia de algunas menudencias, que sin apenas abultar, ya bailan las sevillanas con un encanto que en ocasiones te producen escalofríos de satisfacción y que te hacen dibujar en tu rostro la más sincera de las sonrisas.

            Además de la importancia del aprendizaje, que nadie lo niega, es que hay que nacer con esa aptitud, con ese arte.