Lunes, día 22 de mayo
BAROCK-JAZZ
QUINTET
Dichosa puntualidad.
Cuando iba a comenzar el concierto
no serían más de diez los asistentes. El patio del antiguo Convento de los
Mercedarios, hoy convertido en Ayuntamiento, tenía la misma soledad de antaño,
unas guirnaldas lo cruzaban y sobre una
pequeña tarima aguardaba los instrumentos, teniendo como espectadores un número
no muy elevado de silentes sillas vacías. La gente fue llegando, sin embargo.
Fue llegando como casi siempre a deshora y se llenó, sobre todo y esto sí que
puede ser algo interesante y significativo de jóvenes.
Las caras de preocupación de los intérpretes
se tornaron en rostros sonrientes y el concierto nos cautivó, consiguiendo
despertar en nosotros la admiración y hacer brotar sinceros aplausos.
¿Qué hubiera sido de este pueblo si hubiese
recibido una formación musical desde la niñez?
Me decía el acompañante de los músicos checos,
que casi no hablaba nada el castellano, que estaba sorprendido por la
asistencia y por el comportamiento del público. Los invitamos al terminar el
mismo y creo que se llevaron una excelente impresión nuestra; que sin duda fue
nuestra forma de agradecerles el regalo de su arte. Está visto que no hay que
entender mucho estás cosas, que a veces basta con tener sensibilidad.
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