Jueves, 26 de julio de 2018.
A 302 días de las BODAS DE ORO
¡CUANDO TE TOCAN, TE DUELEN DE VERDAD!
(LA SINRAZÓN DE MUCHAS MULTAS DE TRÁFICO)
Verano en Costa Ballena. Nos quedamos “pelaos”. Había que reponer fuerza (euros) Y bien que la “repusimos” con una buena y absurda multa. Al final del rollo nos quedó “cara de tonto” a los dos, a Rosa y a mí.
Los municipios playeros que multiplican por uno, por dos o por más, su población, cuando aprieta el calor en este sur nuestro, no debían utilizarse para engordar las arcas del Estado a base de multas, algunas de ellas (bastantes) que solo tienen carácter recaudatorio.
Uno de los problemas más gordo con que se tropiezan, estas poblaciones es su limitada capacidad para aparcar los muchos vehículos que en oleadas masivas llegan a su constreñido territorio, sobre todo en su centro urbano de estrechas calles y de espacios no pensados para el brutal crecimiento del parque automovilístico. El caos que se produce todos los años en la época veraniega va en progresión creciente, aumentando el “cabreo” de los usuarios veraneantes. Las incruentas batallas, algunas veces menos incruentas, por conseguir un aparcamiento crecen de manera alarmante. Chipiona, Rota, Sanlúcar, Jerez, Cádiz y otras poblaciones sureñas son incapaces de solucionar el problema. La imaginación de los políticos flaquea a la hora de encontrar soluciones al problema o, por otro lado, ven más fácil recurrir al “multeo” para, por lo menos, no perder en todo. El estado y los municipios, patriarcas de todos, nos machacan en algunas ocasiones con el crecimiento de este mencionado “multeo” para tratar de mejorar la situación y llenar sus escuálidas arcas.
Hoy, nos tocó a nosotros, el cabreo. Llegamos a Rota para reponer euros. Difícil aparcar. Una amplia rotonda de bordillos amarillos. Una parada en la misma, quedándose Rosa dentro del vehículo con el doble intermitente puesto. Delante y detrás varios coches que no impiden, ni molestan a la circulación. Paso de un vehículo de la policía con todos los avíos para fotografiar infractores y disparo. Multas al canto.
No pediré el perdón, no defenderé al infractor, pero creo hubiera sido mejor, una “paradiña”, un aviso de mal aparcamiento y a educar a la gente. ¡Qué falta hace! ¡Cuándo nos toca, nos jode”, y a otro rollo con este bollo!
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