Sábado, día 25 de febrero
¡QUÉ
NOTICIAS, MADRE!
Cuando no son las guerras, los terremotos,
los accidentes mortales de tráfico o el avión de turno que revienta sobre el
suelo y un largo etc., de desgracias, parece que no hay otras noticias
interesantes en los informativos televisivos, más que estas.
Por un boquete en un avión, cuyo fuselaje
parece ser que estaba gastado, fueron succionados y se convirtieron en muertos
del espacio algunos pasajeros de un Boeing.
Ahora es la climatología la que se suma a esta cadena de tragedias. La
lluvia que tanto se añoraba y deseaba en Canarias, cayendo a torrentes, a grifo
abierto sin freno, causaba importantes destrozos; hoy el viento huracanado se
cobraba sus víctimas en la zona levantina. Un muro derribado sepultaba un
vehículo y originaba la muerte a dos jóvenes que se encontraban en su interior;
el cadáver de otro joven era rescatado de un pantano donde practicaba el
piragüismo; otros eran víctima de una valla publicitaria que se desplomó encima
de ellos.
Es cierto lo de que no llueve a gusto
de todos.
¿Nos contarán noticias gratas alguna vez? O es que el mundo está próximo a reventar y ya no las genera…O es que las buenas nuevas ya no se venden…
¡Pues tendremos que inventarlas, madre!
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