Jueves, día 23 de febrero
NI
PARA EL OLVIDO
Porque no tenía que haberse producido, o quizás y no es
disparatar, hasta fue mejor, pues sirvió para colocar a cada cual en su sitio y
para afianzar la democracia.
Afortunadamente la importancia que tuvo
ha descendido tanto que casi nadie se quiere acordar, o lo que es más
interesante que empieza a no ser ni problema de voluntad, ya que ni los medios
de comunicación se ocupan de él o lo hacen sin destacarlo, o porque es mejor ni
recordarlo.
Mi paisano nos lo hizo pasar mal.
En mi infancia y juventud había jugado
mucho junto a su casa, en los bloques Orgaz, más conocido como de los
“maestros”, tocando a la plaza de toros de Melilla y al monte de San Lorenzo.
Recuerdo a sus padres y a su hermano menor, también militar como él.
Lo que sigo sin entender es esa manía
de algunos de convertirse el “salvadores de la patria” sin que nadie se lo pida
y menos aún con la fuerza de las armas.
Que nos dejen vivir en paz y para ellos
ni el olvido.
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