206 .- ENDECHAS
a componer endechas,
a vestirlas despacio
con telas de tristezas,
estampadas una a una
con la flor de la pena,
en la flor de la vida,
con la flor de la pena.
Fue profesora mía
la muerte fiel y eterna,
ladrona de mayores
y de almas bien pequeñas,
de preciadas criaturas
hermosas y muy bellas,
criaturas bien nacidas,
hermosas y muy bellas.
Sus letras encendieron,
en mí, tibias hogueras
de pábilos caducos,
de llamas cenicientas,
impregnando mis días
de inquieras humaredas,
empapando mis horas
de inquietas humaredas.
Canté, sin yo quererlo,
una y otras, todas ellas,
para nunca olvidar
su remota existencia,
sus humildes orígenes
y el dolor de sus letras,
la sencillez de su alma
y el dolor de sus letras.
¡Ay de mi pobre canto,
ay de ti, triste endecha,
hija de la pena honda
y de la honda tristeza,
y de la honda tristeza!
El Viso del Alcor, 22 de Noviembre de 2022
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