198 .- LA CODICIA, PLATO DEL DÍA
En estos tiempos que corren,
la codicia es común plato,
servido en cualquier bandeja...,
por los hombres, devorado.
Como dice el refranero:
"La codicia rompe el saco".
Es, para ella, lo primero,
el saco, pronto llenarlo,
si se rompe o no se rompe,
es quehacer de los diablos.
Vestida de ansiosa dama,
vive pendiente de tratos,
donde el vencer es la norma,
donde el ganar es sagrado,
aunque haya que utilizar
mil trapicheos y engaños.
El codicioso camina
dando tumbos y bandazos,
navega sobre la mar
con las velas que hurtando,
y vuela sobre las almas
como un feo pajarraco.
No existen fosos, ni muros,
que frenen sus sucios pasos,
ni puertas que se resistan
a sus deseos insanos.
Son muchos los que se alistan
en su ejército macabro,
son muchos los que se adornan
con sus brunos entorchados.
Y al final de nuestros días,
cuando no sirven los llantos,
la codicia y sus tesoros
se vuelven duros quebrantos,
se derriten como nieve
en una nada de esparto
y acaban por convertirse
en migajas del pasado.
Alejaos pobres hombres,
con pasos acelerados,
de la perversa codicia,
de sus pingües resultados,
de su efímera existencia
y de sus zafios engaños.
El Viso del Alcor, 14 de Noviembre de 2022

No hay comentarios:
Publicar un comentario