¡QUÉ FIEBRE CON MAIRENA!...
Vaya lucha que tenemos con la gente menuda y con la
perrera que han cogido de “divertirse” en Mairena. Al parecer lo de no ser
profeta en su tierra con ellos se cumple y sin embargo, el éxito lo tienen en
el pueblo cercano (Para que luego digan que nos llevamos mal).
Lo peor es que todavía no tienen edad para estar “polleando”
ya, y cualquiera es el que se lo prohíbe, pues la rebeldía les llevaría a
acentuar su interés; además de que es un impulso natural el que comienzan a
sentir. Por otra parte, permanecer impasible no deja de tener un gran riesgo.
Como la comunicación-confianza tampoco funciona como uno desea, aunque poco se
haya hecho y esta es la triste realidad,
por favorecerla, uno no sabe a qué carta jugar..
No hay que olvidar el riesgo de la carretera, del
autostop continuado, de ciertas compañías, de la libertad, como la llegan a
entender ellos, y lo “carroza” de nuestros planteamientos.
Y
lo último del cambio es a estas edades es que ahora son ellas las que buscan a
los chicos. El teléfono suena con frecuencia, con más frecuencia que lo
habitual y se corta sin mediar palabra alguna cuando somos nosotros los que lo
atendemos. Menos mal que las fiebres son sólo síntomas y desaparecen cuando la
enfermedad se ausenta.
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