jueves, 22 de septiembre de 2022

RETAZOS DE UN AÑO, 1989, DÍA A DÍA

 

 Sábado, día 14 de enero

            SE NOS FUE UNA GRAN MUJER

            Me avisó Enrique y me causó una gran impresión. No lo esperaba. La muerte es así y aunque a veces la esperas, nunca te la esperas de esa forma.

            He llorado sin poder ni querer evitarlo. No fui excepción para ella y siempre recibí un trato cordial de su parte, lo mismo que todos, porque para Alcora todos éramos importantes y ella, sabiendo estar como nadie, colocaba a cada cual en su sitio.

            De sufrimiento en sus propias carnes podía dar lecciones y las dio con el silencio de su siempre alegre resignación. De dolor físico también pudo dar muestras y se lo guardó para sí Y hasta para morirse supo hacerlo con la sencillez que caracterizó toda su vida, porque hasta para morirse hay que tener categoría y lo más hermoso, sin proponérselo ni pregonarlo jamás.

            Mi recuerdo de ti siempre será grato, Alcora, y te agradezco infinitamente la oportunidad que me diste de poder hacerte algo mío, aun sin contar con tu autorización expresa.

            Gracias, Alcora, por tu ejemplo.


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