jueves, 5 de mayo de 2022

NUESTROS DIBUJOS

                                 En un rinconcito del Cartel de Fiestas de la Santa Cruz de esta primavera de 2022, en su parte superior izquierda, sobre el brazo de la verde cruz, como paloma posada en él, podemos encontrar una evidente alusión a una de las 68 casetas que conforman el recinto ferial este año; detalle que no responde al azar, sino con clara y evidente intención, señalada por el autor del mismo, en el acto de su presentación, como la de rendir homenaje y sentido recuerdo a sus progenitores, que pertenecieron a ella desde sus orígenes.

                                 El dibujo que hoy colgamos puede servir de anagrama a La Espuela, que de ella hablamos, la que está ubicada frente al Zaguán y a la de El As de Copa, y en un costado de una de las casetas más marchosa de nuestra feria, la de Machacaparmas.


                                      Donde no podía faltar junto a lo que da sentido real a nuestras fiestas, la Santa Cruz, otro de los elementos productores de esa alegría, como es el sacro vino, en todas su formas. Ni las iniciales de su nombre con ese lazó que juega a enmarcar  a ambos, cruz y vino, por su costado y con el abrazo de una espuela con especie de alegre gallo que canta, que alborea en el amanecer de las mismas.

                                      Aunque, los que saben mucho de la historia de  ella, que anteriormente residió en el antiguo lugar del rincón de Ramón del Pinar, cuando sus fundadores la nominaron no hacía referencia a este elemento tan característico del mundo hípico; sino que realmente representaba a esa costumbre que existe por estas tierras, de no poner fin a sus felices, alegres y compartidos encuentros en torno al vino, y que siempre llamaban de esta guisa a la penúltima "convidá", que casi nunca jugaba este papel, al prolongarse en otra, y a la se conocía como "la espuela".  

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