domingo, 8 de mayo de 2022

365 Y UNA POESÍAS (2004-2005)

 8.- LOS HOMBRES DE LA GUERRA

        Estandarte de locura
sobre la vida flamean,
nubes de oscuros hechizos
de los humanos se adueñan,
congregando a los fantasmas
que en la muerte se recrean,
empeñados en jugar
en una macabra rueda,
de voladoras expertas
en criminales afrentas.
        Sobre escogidos solares
de nuestra achacosa tierra,
el hombre, torpe criatura,
con sinrazones extremas,
con sórdidos ademanes,
mil iniquidades siembra,
que, en tristes anocheceres,
con sangre de humanos, riega,
dejándonos, como premio,
tan repulsiva cosecha.
        Ayer de torcidas horas,
presente de aleves lenguas,
futuro de inciertas dudas,
espadañas de tinieblas,
se elevan sobre los cielos 
llenos de nieblas perversas,
donde el humano insensato
sus fechorías planea,
montando fieros corceles
con la dura muerte a cuesta.
        ¿Qué ganan con sus haceres,
estos hombres de la guerra?
        ¿Qué buscan, entre los muertos,
esta gentuza de mierda?
        ¿Qué esperan estos demonios,
de toda la gente buena?
        ¡Qué podrida sangre corre
por sus enquistadas venas!
        ¡Qué duras son las astillas
de sus fieras cornamentas!
        ¡Qué grandes son las heridas
que, sin restañar, se quedan!
        Las utopías se rompen,
a crecer, ellas se niegan,
las esperanzas se duermen
sobre tálamos de nieblas.
El destino de los hombres
es viento de cuarentena,
marcado por el poder
de los hombres de la guerra.
        Nadie sabe, de cambiar,
con manos de alba inocencia,
muerte, por sagrada vida,
guerra, por paz duradera.
        Nadie sabe, de romper,
con blancas manos abiertas,
torturas, martirios, muertes,
terror, temibles cadenas.
        Nadie sabe, de acabar,
con manos de firme entrega,
con el macabro pensar
de los hombres de la guerra.
                                        El Viso del Alcor, 8 de Mayo de 2022

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