El retrato de hoy sigue perteneciendo como en los últimos días al mundo de los niños. Hace poco que publicamos el de su encantadora hermana, Marina, y hoy le tocó a él. Su nombre es Vicente, como su padre, y sus apellidos son los de Aparicio y León. Sus padres ya lo dijimos el otro día, son Vicente Aparicio y Mª Reyes León y sus abuelos maternos son unos excelentes amigos nuestros, con los que compartimos muchas jornadas domingueras en torno a la mesa común, en los diferentes restaurantes de nuestra localidad, que los hay en abundancia. Hablamos de Camilo y Manoli.
Vicente es una criatura que aparentemente es muy seria; por lo menos es una apreciación muy personal nuestra extraída de los momentos en que nos hemos encontrado con él; dándonos la impresión que, además de su seriedad, es calmado y bastante obediente, y curiosamente nunca lo hemos visto enfadado. Destacando, a pesar de sus pocos años, por su templaza. Tiene cara de bueno y parece ser que practica esta cualidad, la de la bondad. Y debe ser bastante vivo, aunque no lo demuestre en apariencia. Ayer mismo, Camilo, su abuelo, nos contaba que cuando tiene algún problema o necesidad en su móvil, el que encuentra la solución es él, como le ocurre a la mayoría de los niños de estas generaciones últimas, que han nacido muy identificados con estas nuevas tecnologías en su mayoría y son unos verdaderos salvavidas para los abuelos.
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