viernes, 18 de febrero de 2022

EL CORAZÓN DEL MUNDO XIII

                             El último personaje protagonista de El Corazón del Mundo es BARBICUL, que debe su nombre, como todos los habitantes del lugar donde habita, a la poblada barba de los barones. Personaje bastante bajo, incluso de menor altura que los Mennanos, de cara redondeada y abultados mofletes, nariz y labios gruesos, enmarcado su rostro, incluyendo sus vivos ojos, entre sus cabellos largo y su bien nutrida barba, y coronando siempre su cabeza con vistoso gorro de punta. Viste con sencilla camisa, abotonada en sus puños con gemelos negros brillantes; un grueso cinturón de piel negra y de hebilla plateada grande sujeta unos pantalones anchos y bombachos, llegando casi hasta el suelo y donde destacan sus babuchas picudas hacia arriba. Siempre porta en su mano izquierda una bolsita sujeta a sus dedos meñique y pulgar con un cordón, que contiene polvos de hierbas machacadas de poder curativo. Y bien a mano igualmente, su Triflotino, instrumento musical compuesto con tres bocas estrechas por donde poder soplar y con tres salidas más amplias, una de forma cuadrada para los agudos, otra de rombo para los graves y la tercera circular para las mezclas de ambos, que la usan muchos de sus congéneres para comunicarse con las aves de su habitat, que les avisan con estos cantos de la existencias de peligros.

                             Sus padres son Cosafolinudo y Cuasifalina. El padre lleva una barba pelirroja que le llega hasta el suelo y está ya calvo, sus orejas son grandes y atravesadas por cuernecillos dorados como su mujer, su nariz es puntiaguda y sus ojos cambian de color según el tiempo. En su boca ya no tiene dientes. Gracioso y muy goloso, difícil de enojar, con voz chillona y atrayente, a pesar de sus muchos años. Su madre tiene ojitos saltones y ojeras, que se pierden ante su nariz grande. El pelo lo lleva recogido en una trenza que apunta para arriba. en su frente le crecían una especie de cuernecillos, que cuando se le caían y después de dorarlos lo regalaba a sus familiares más cercanos. Torpe para sus quehaceres, bastante bruta, pero de un humor excelente.

                            Barbicul tine una hermana, llamada Chumpy, pelirrojo como su padre, de corta edad y de pelos cortos y tiesos, chato y con cara con expresión de sorpresa; delgado, caprichoso y travieso. Su hermana era Kiva, jovencita con el pelo largo que recoge con una cinta y pelirroja también, su boca  es pequeñita; algo presumida, por eso siempre luce un collar de perlas que se obtienen al pulir un mineral precioso que se llama Mirqui, de color rosado. Le gusta vestirse con pieles de un animal llamado Fimur. Su primo es Piticul, y sus primas, cuatisas, son Clais, Clima, Clespita y Cloquis, siendo los padres de estos, Simiful y Telfa. Aún viven sus abuelos, con más de siglo, Añilda y Caibrambol. Y los amigos íntimos de Barbicul son: Pidrinio, Gaimey y Chetusina


.                            En las tierras de Barbicul, llamadas Yaik, sólo existían los conocidos como Gobernantes, que sólo tenían esta denominación durante su mandato y los Pueblanos, que eran los demás. Los Gobernantes eran elegidos entre todos sus habitantes y siempre tenían que ser un hombre  y una mujer, sin tener en cuenta la relación existente entre ellos. Esta pareja era la encargada de contratar los trabajos públicos y de que los trabajadores estuvieran contentos en sus tareas. Tenían entre sus obligaciones la de dar trabaja a todos los vecinos que lo necesitaran, además dirigían el comercio exterior con otros pueblos. Actuaban como jueces. Dictaban leyes basadas en el respeto a las libertades. Los habitantes que cometían faltas graves y demostradas serían desterrados y perderían todos sus bienes. Los de faltas leves serían juzgados y castigados con el encierro en el Árbol-Cárcel, durante un periodo de tiempo, según su falta. Permaneciendo incomunicado, alimentado sólo de unas hierbas de sabor desagradable que estimulaban a hacer el bien. Si la mayoría de los habitantes no estaban de acuerdo con la forma de actuar de los Gobernantes, estos eran cambiados, El único privilegio que tenían es que vivían en las mejores viviendas, pero jamás se consideraban superiores a los demás, con los que convivían. En el resto de la población, los pueblanos, no existían diferencias, pues las riquezas eran repartidas por igual.

                            En cuanto a sus creencias adoraban a un árbol que consideraban sagrado, que estaba situado en el centro del bosque Caibal y que era el más viejo del lugar. Contaban las leyendas que su copa, las más grande y más alta de todo los árboles, ahuyentaba a los Dranks, especie de maldiciones y desgracias que caían sobre el pueblo. En líneas generales era un pueblo supersticioso. Al árbol sagrado llevaban los mejores frutos de sus cosechas, piedras preciosas y las flores más bellas del bosque, y cada cierto tiempo el más viejo de entre ellos, celebraba una ceremonia, llamada Caibal-Dibos, dedicada al árbol sagrado. 




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