EL CORAZÓN DEL MUNDO XX

 LA OTRA GRAN ASAMBLEA, LA REUNIÓN DE LA PREVISIÓN ESTACIONAL.

                            En el Palacio Azul, el de la eterna bóveda cambiante, situado en las alturas de la Octava Península, tan lejana, que sólo con una gota de imaginación se podía llegar hasta él, se producía una situación inexplicable. Su dueño, el Rey SOL, estaba enfermo y al parecer de gravedad. Sin prisas, con la misma lentitud que se consumen los siglos dentro de la eternidad, perdía su poder, el que a través de los tiempos le había mantenido como indudable Soberano del Palacio Azul y de todos sus confines.

                            Al terminar la reunión de PREVISIÓN ESTACIONAL que se celebraba a principio de cada estación y en la que los fenómenos atmosféricos y su Rey planificaban sus tareas, todos los asistentes, como durante millones de siglos, se retiraban a sus respectivas estancias buscando el merecido descanso; ya que a la jornada siguiente empezarían a poner en práctica los acuerdos adoptados en ella.

                            Sin embargo, esta última reunión se había desarrollado de forma bien diferente, dentro de un ambiente tenso, rodeada de una atmósfera enrarecida, donde flotaban pensamientos extraños y desconocidos. Situación que se acentuó cuando, terminada aquella, los notables asistentes caminaban por el pasillo principal del palacio envueltos en el mayor de los mutismos. 

                            Los largos y estrechos rayos de sol que desde el techo caían como cataratas de luz, iluminando desde siempre todo el Palacio Azul, aparecían con una cierta palidez, que los asemejaban a las débiles luces de los humanos; lo que contribuía más a este desencanto general.

                            Apenas habían penetrado en el corredor de Sagitario, el grupo se sorprendió ante la inesperada presencia en medio del mismo y al fondo, de una especie de niebla negra, que multiplicando sus sombras se les acercaba con extremada lentitud. Se trataba de la SEÑORA DE LUTO.

                             Una voz ronca y severa, que no brotó de nadie de los presentes, rompió el silencio.

                            - ¿Por qué no has asistido a la Reunión Estacional?...

                            Mientras tanto, en otro de los submundos, el de los 6 Pueblos, sus habitantes más destacados y preparados para ello, celosamente y sin descanso, ya habían comenzado a construir la Gran Lente para devolver aumentada la energía algo debilitada recibida del Rey Sol; así como de los espejos pertenecientes a cada uno de ellos.