martes, 22 de febrero de 2022

EL CORAZÓN DEL MUNDO XVII

     (CONTINUACIÓN DE LA ASAMBLEA DE LOS REPRESENTANTES DE LOS 6 PUEBLOS)

                            Después de un acertado descanso autorizado por el Presidente Zaño se reanudó la Asamblea con una aparente normalidad, interviniendo los hombres fuertes de cada uno de los pueblos convocados. El primero en tomar la palabra fue Chicul, que no negando como primera premisa la firme fe de su pueblo en su dios Seyculan y en el Rey Sol, estarían dispuesto a aportar uno de los minerales más abundantes y apreciados por ellos, como es el Kripptton, dotado de una gran energía; así como las cantidades necesarias de Estapio, por su maleabilidad y por la cualidad especial de su brillo, capaz de  reflejar muy bien la luz. No olvidando en señalar que su preciado mineral conocido como Ozón, que también aportarían, podrían servir para comerciar con otros pueblos a cambio de los materiales necesarios por si hubiera que construir algunas especiales y nuevas estructuras.

                            Le siguió en el turno de palabra Cholina, que ratifica su oferta de minerales especiales realizada al principio de la Asamblea, al igual que, en principio, los guerreros suficientes para custodiar el posible sustituto del Sol. Pidiendo finalmente a los demás pueblos que presten sus animales más fuertes y hábiles por si se da la circunstancia de tener que trasladar materiales pesados de un lugar a otro.

                            Zaño pregunta a Mennano que cuál sería la aportación de los suyos, y se adelanta a su respuesta con un grito Paralin, el animal sagrado de su pueblo, que tiene la facultad de hablar, señalando que ellos contribuirían con su mineral conocido como orcentre, que fundido sirve para fabricar todo tipo de herramientas y que está seguro que se necesitarán. Agradeciendo Mennano su intervención, le recuerda que también pueden ser útiles en esta ocasión sus Ortoquetas, carros bien preparados para trasladar odo tipo de materiales. Olvido que reconoce Paralín con otro sentido gritito. A la intervención inmediata de Ahabil, que no cesa de meter cizaña, preguntando: Y..., de las personas, ¿nada?...; responde el propio Mennano, con una cierta ironía, manifestando que de nuestras personas esperamos sobre todo su infinita colaboración, su bondad, ofreciendo por ellos la Toquilla Santa. Originando que otro de los animales asistentes, Kabhasi, emita unos sonidos ininteligibles, que inmediatamente se encarga de traducir Crisped, por pertenecer a su pueblo, diciendo: Kabhasi pregunta qué es la Toquilla Santa. Y cortesmente Mennano responde a ello, indicándole que esta es la tela sagrada  en la que se envuelve a todos los recién nacidos para su santificación. 


                            Temiendo Zaño que la atención de los asistentes se pierda con otros asuntos, se atreve a preguntar si no sería acertado el exponer exponer los problemas que nos está ocasionando la pérdida de energía del Sol. Y se produce en ese momento una catarata de preguntas, siendo lo más sorprendente que la primera de ellas procede de una planta, de Quaspin, del pueblo de Berbu, que categóricamente se niega con un rotundo "¡No!" y sigue su intervención señalando con un sentido bien práctico que debemos encontrar al sustituto del Sol. Crisped pregunta: ¿Cómo daremos vida al sustituto del Sol? Bamush se pregunta: ¿Qué va a ser?...
                            
                              Por primera vez se oye la voz de Barbicul que dice con algo de timidez ante el silencio producido al oír su primera palabra, pero que pronto desaparece, incluso logrando que se envalentone: ¡Construiremos una especie de corazón con las aportaciones de todos los pueblos! Un coro de voces de la mayoría, repitiendo el "¿Cómo?" y el "¿Qué? es la respuesta a su consideración, que no impiden el que siga con su teoría. Primero grita una rotunda afirmación: ¡Síiiii!, y cuando sorprendidos por su entereza, van cesando los repetidos interrogantes, vuelve a su parlamento, diciendo: Será algo que actúe como un corazón humano; algo más grande que sea cmo un corazón para el mundo.

                             Ahabil vuelve a sus treces y lleno de pesimismo, reanuda sus preguntas: ¿Cómo nos dará luz y calor? Porque sin ellos no sobreviviremos. ¿Dónde encontraremos materiales para su construcción? ¿Dónde lo situaremos?...

                            A Barbicul ya nada ni nadie lo detiene y alzando la voz diciendo que las respuestas a todos esos interrogantes es lo que tenemos que decidir todos nosotros. Bamusk, el del poblado de Cholina pide más ideas y concreción. Tuquiko, animal perteneciente al pueblo de Zaño, con toda la tranquilidad del mundo comienza su disertación señalando que por un don concedido por su dios, Gilper, padre de los demás dioses, podía hablar como todos ellos y les comunica que se estaban perdiendo en tantos interrogantes, tanto "qué", "cómo " y "donde" y que era más práctico y a la vez necesario que desterremos lo que sea irrealizable y trabajemos sobre cosas concretas. Por primera vez a Ahabil no le parece mal la idea del corazón. Pensando que sería algo importante el encontrar algo que reflejara a los pueblos en el corazón, algo que le diera vida. Boliar, el árbol de Mennano y Tuquiko son de la idea de construir unos espejos que nos reflejaran a todos y que diera vida al corazón.

                           Hay murmullos que van aumentando y vuelven a encontrarse en otro callejón sin salida. 

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