martes, 25 de enero de 2022

VENTANA ABIERTA A LOS AMIGOS DE LOS "TEBEOS"

Entrega nº 113

DURAND Y DUPONT

Juan  Alejandro Martínez Osete   -   O´Set, Martz, Majó, Acosta,    Matínez, M. Osete, J.M. O´Sete

         Dibujante, humorista gráfico, historietista, guionista y especialista en el entintado, nacido en Los Cantaneros, Murcia, el 17 de julio de 1921 y fallecido en el año 2002 en Barcelona, que por el trabajo que realizó especialmente tuvo que acudir a muchos seudónimos.

         Aunque es murciano de nacimiento, pronto con su familia emigra a Marsella, Francia, donde empezó a ejercer el dibujo humorístico. Autor autodidacta que no oculta la influencia que tuvo en su estilo el dibujante francés Pelostch. De vuelta a España, al acabar el servicio militar, se quedó a vivir en Barcelona, año 1943; donde empezó a publicar chistes gráficos en la revista Hola, dirigida entonces por Irurozqui, cobrando por ellos 40 pts; presentando en la revista Atalaya otros muchos, entre ellos bastantes de los rechazados por Hola, y por los que recibía 1 duro por cada uno; y también realizó en aquella época varías páginas para las revistas TBO y Pocholo.

         En 1945 creó la serie de Red Dixon, de corta vida y para la editorial Fantasio, al igual que las de Cuento de Hadas y la d Kid Martín. En 1947 trabaja para Editorial Toray, creando otra serie, la de Hazañas de Yelmo Negro, en 1949, y también El Silencioso. Realiza igualmente trabajos para la editora Garabato y entinta páginas del dibujante Ferrando, en sus obras El Diablo de los Mares, y Zarpa de León, y del dibujante Iranzo, entintando historietas de El Capitán Coraje; convirtiéndose en un especialista del entintado.

         Como en aquellos años se produce una demanda de los cuadernos de aventuras, Martínez Osete empezó a trabajar en este formato en la Editorial Grafidea, donde dibujó el western La máscara de los dientes blancos (1048) y los cuadernos de La mano que aprieta (1949). Teniendo como guionista a Federico Amorós. Finaliza la serie Mascarita en ese mismo año, que inició el dibujante Pedro Alférez y entinta la obra de Ambrós, El jinete fantasma.

         Más tarde empezó a trabajar con la Editorial Marco de forma regular, realizando 4 cuadernos de aventuras a la semana, cobrando 200 pesetas por cada uno, como el de Castor el Invencible (1951), El Puma (1952), y dos series de éxito: Lucha de raza (1952) y Rock Robot (1957) y algo más tarde otras dos: la de Thorik el Invencible (1959), una historia con un vibrante dibujo y un argumento lleno de dinamismo, y Simba Kan (1961).


         En todo este tiempo colabora también con la Editorial La Risa (1952), con Hipo, Monito y Fifí (1953) y con series realistas. Para otras editoriales, dibuja Sugar, agente secreto, y Tim, siete tiros, para Hispano Americana. La Sombra justiciera (1954-1957) y El Poder Invisible (1957) y Davy Crockell (1959), para Ferma; y Martín Vega de la B.I.C., para Ricart (1955)

         Otros personajes suyos fueron: Kolas, sidi Omar, Pancracio y su mujer Civila (1952), El sheriff Paco, Tito Sandunga, Narizán (1954), Bartolo (1957) y Leonardo Pi (1969).     

         En 1961 había aceptado la oferta de Editorial Bruguera; primero, creando aventuras de El Capitán Trueno y entintando cuadernos de este personaje; así como entintando a otros personajes, revistas varias, álbumes gigantes y Extras, y trabaja también con la serie “Héroes” (teniendo como rotagonistas al mencionado Capitán Trueno, a Rin-tin-tin, Lassie y Furia).

         Guiones que forman parte de la colección Joyas Literarias Juveniles, como la de Quo Vadis (1971) y la El Faro del fin del Mundo (1973).

         En 1972 se incorpora al equipo de Blas Sanchís, dibujando cientos de páginas de Mortadelo y Filemón de Francisco Ibáñez, porque la editora piensa que muchas de las aventuras eran antiguas y había que modernizarlas; pero aunque lo intenta no supo dotar a estos de la expresividad y dinamismo de su creador y a lo que estaban acostumbrado su público habitual, y sobre todo porque Martínez Osete, acostumbrado a sus historietas serias no terminaba de adaptarse a este nueva etapa.

         También realizó páginas de Pepe Gotera y Otilio, y de El Botones Sacarino. De Durand y Dupont, que son los personajes que hoy traemos a nuestra ventana, de Jeremías y de Yusuf o de Boy.

         Cuando la Editorial Bruguera cierra se retira por completo del oficio de dibujante; aunque en 2006 en una exposición dedicada al Capitán Trueno en el Salón Internacional del Cómic de Barcelona, incluyen una página original de Martínez Osete, como evidente muestra de su buen quehacer.

         Martínez Osete fue sin duda uno de los dibujantes prolíficos de la historieta española en la época de la posguerra (1940-1960), uno de los pilares básicos del tebeo de aventuras español y con un gran mérito por las condiciones en que concibió y plasmó sus creaciones, consagrado a pesar de todo como uno de los maestros de la historieta de nuestro país.

         Fue un dibujante de línea clara, atractiva y limpia, nunca farragosas e indescifrables. Todas sus creaciones fueron exitosas; aunque no tuvieran algunas el mismo nivel de calidad de la mayoría. Sin embargo, es triste señalar que cayó en un prematuro olvido para los estudiosos de este mundo. Porque fue un artesano de la historieta, siempre listo para asumir cualquier trabajo que le encargaran, desde entintar los lápices realistas de Ambrós, el de El Jinete Fantasma; de Francisco Damis, el del Jabato, de Iranzo, el creador del Capitán Coraje o de Ángel Pardo el del Capitán Trueno, hasta dibujar personajes humorísticos del genial Ibáñez, como Mortadelo y Filemón o Pepe Gotera y Otilio, y en estos últimos casos sin que su nombre figurase en los créditos.

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